El coste, la complejidad y el tiempo exigidos por la impresión 3D mediante materiales metálicos han impedido que esta clase de tecnología se haya expandido en la industria.
La situación parece que está comenzando a cambiar. La empresa Desktop Metal, coundada por A. John Hart, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Estados Unidos, y otros expertos de esa institución, está a punto de empezar a suministrar versiones preliminares de su nueva impresora 3D, llamada «Production System», que puede producir hasta 100.000 piezas metálicas con un costo y una velocidad que la hacen competitiva frente a los métodos de fabricación tradicionales.
El primer producto de la compañía, denominado «Studio System», mejoró la seguridad y la velocidad de la impresión en 3D de prototipos y de pequeños lotes de piezas metálicas.
El Studio System consiguió que fuera práctico generar prototipos en la oficina y llevar a cabo producciones de cantidades pequeñas. Pero para que Desktop Metal pudiera competir en el mercado global de fabricación, la compañía necesitaba reinventar aún más el proceso de impresión.
Las impresoras 3D Studio System de la empresa Desktop Metal se diseñaron para convertir la producción de piezas metálicas en una tarea apta para oficinas. (Foto: cortesía de Desktop Metal)
Production System usa técnicas innovadoras y, según la compañía, es la impresora 3D de metales más rápida del mundo, un 400 por ciento más que la más veloz de entre todas las demás de su tipo, y 100 veces más que las impresoras láser actuales.
Sin embargo, sigue sin estar claro en qué medida la impresión 3D alterará el procesamiento convencional de metales en el futuro cercano. Hay que tener en cuenta que los procesos de fabricación tradicional cuentan con diversas ventajas a la hora de crear piezas relativamente simples en grandes cantidades.